17 ene 2024

La energía nuclear Fermi - La fisión hace la fuerza por Antonio Hernández Fernández

 
  Mi segunda lectura del 2024 era la menos probable de todas las   que me podría imaginar, porque aunque me gustan las biografías,   no recuerdo haber comprado alguna sobre alguien que no   conociera ni hubiera oído hablar en toda mi vida. Es más, ahora   que lo pienso, creo que tampoco es precisamente una biografía   porque me parece que profundiza más de la cuenta en los   estudios  que el biografiado realizó, no sólo en sus aportes   conclusivos e inventivos. ¿Me explico? Si alguien sabe qué tipo   de literatura es, agradezco me lo indique.

   Del libro que estoy hablando es La energía nuclear Fermi - La   Fisión hace la fuerza, escrito por el profesor Antonio Hernández-   Fernández y publicado por RBA Coleccionables. Y este es un   libro que pensé que me iba a dejar sintiéndome como Penny (de   The big bang theory), pero que aún así compré porque lo vi de   tapa dura, bien barato y cuando me fijé en el índice, en su   capítulo 4 hablaba de "El Proyecto Manhattan", un temazo que   siempre me ha parecido interesante y que por casualidad me   recordó que no he visto la película Oppenheimer. Y que me lo   compro y aunque no tenía idea de quién era Enrico Fermi ni el   papel que había jugado en las tecnologías a base de energía nuclear, igual me entusiasmo empezarlo porque ya saben, enseguida vienen a la mente los desastres nucleares de Chérnobyl y Fukushima. Pero, ¿quién fue Enrico Fermi?

Según la contraportada del libro, ENRICO FERMI, fue "uno de los científicos más notables del siglo XX, revolucionó la física de la primera mitad del siglo con el desarrollo de la teoría cuántica, la mecánica estadística y la física nuclear. Es precisamente en este último campo donde su nombre resuena con mayor fuerza; no en vano participó activamente en el desarrollo del primer reactor nuclear de fisión que conduciría años después a la construcción de la bomba atómica, en cuyo proyecto también cooperó, y que cambiaría el curso de la historia. Físico excepcional adelantado a su tiempo, encarnó como pocos el prototipo de científico moderno, pues lejos de aislarse en su genialidad, supo rodearse de los mejores para trabajar en equipo."

Pensé que me sentiría así , pero ...
A quien no le guste le ciencia puede parecerle aburrido este libro, pero en cuanto a mí, lo disfruté muchísimo. Para nada lento y debo admitir que me asombré de mí misma por ir entendiendo el lenguaje técnico (vaya que los dibujos ayudaron), así que aprovecho para darle las gracias a mis profesoras de Física y Química del bachiller Arnulfo Arias (hola profe Dalys Sasso y hola profe Liliana Castrellón ... son las mejores) porque sus enseñanzas básicas sobre estas materias se me quedaron bien grabadas. Sin ellas me habría vuelto un ocho leyendo esta cosa con nombres de elementos y fórmulas y ecuaciones ... tenaz. Sin embargo, me agradó saber lo curioso y dedicado que era para estudiar este físico italiano, que al igual que su contemporáneo Einstein (alemán), salió de su país natal para refugiarse en Estados Unidos, a quienes ayudan a ganar la guerra. ¡Traición! Pero eso no es todo, a lo largo de la lectura se saborea mucho esta idea de que, por ocupado que estuviera, este genio fue excelente esposo y padre, leal amigo, profesor entusiasta y colega confiable. Todo esto me parece importantísimo a la hora de poder decir: admiro a fulano. 

Su contribución en el desarrollo de las tecnologías nucleares es sorpendente y, aunque fue parte de algo moralmente cuestionable (el uso de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki), en realidad su fascinación con la energía nuclear iba encaminada a proporcionar mejores tecnologías y comodidades para la humanidad. Es decir, tenía en mente fines no bélicos ni militares. Al menos eso es lo que la pluma del escritor intenta dar a entender y yo se lo he comprado.  

"Fermi era un héroe de guerra pero tenía la conciencia removida, como demostró años después en sus alegatos a favor de los usos civiles de la energía nuclear. El debate interno que le suscitó haber contribuido a la creación de la peor arma de destrucción masiva jamás imaginada no le abandonaría nunca." Página 124.

Al culminar el libro, Fermi me terminó pareciendo un tipazo inteligentísimo que dio lo mejor de sí a la ciencia y a su familia. Su muerte, como tantos de los que trabajan con sustancias radiactivas, es muy triste. No obstante, las satisfacciones que tuvo, como salvar a su esposa judía de la amenaza nazi en Europa, así como ganar un premio Nobel, dan cuenta de que tuvo una gran vida para sí mismo y para los demás. Después de su muerte, se renombró el Instituto de Estudios Nucleares de Chicago como Instituto Enrico Fermi, un nuevo elemento descubierto se nombró en su honor - el fermio - y se fundó además el premio Fermi "para reconocer la carrera de todos aquellos que han contribuido de forma continuada y excepcional al desarrollo, uso o control de la energía nuclear". Página 160.

Al final quedé con tres conclusiones bien marcadas en mi cabeza.

1. Una persona muy inteligente y exitosa puede ser celosa de su trabajo sin ser competitivo o volverse orgulloso. Creo que la ética laboral de Fermi es un buen ejemplo en el sentido de que, pese a ser un genio, estuvo dispuesto a colaborar con otros muchos para lograr un objetivo común. Muy independientemente de que el gobierno de USA luego te quite tu trabajo, ignore tus recomendaciones y lo use como le parezca mejor solo porque lo financia. Ténganlo en mente.

2. La familia es muy importante, así que va con uno a todas partes y se defiende y se protege ante todo y todos.

3. Un buen hombre siempre será un buen hombre, pese a sus defectos y errores, mientras se mantenga firme en sus convicciones y valores. 

Para qué les miento, una vez acabado el libro me siento más inteligente que en el 2023. 


Así quedé

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