Tengo que confesar, sin embargo, que de no haber sido por la introducción y comentarios de Angel Mazzei, muy poco habría entendido y es que el estilo barroco siempre me cuesta un mundo, por el tipo de expresiones que usa para describir la situación. Seguramente se entiende más fácil la obra si se ve interpretada en el teatro o una película, pero aún así vale la pena leerla.
Se trata de un pueblo (Fuenteovejuna) donde sus habitantes - la mayoría de labradores y campesinos - sin importar la edad, o el género, se unen para guardar un secreto: el nombre de los que participaron en el asesinato de su Señor (es decir, del Comendador), figura que recibía la distinción del Rey para la gestión de un señorío o villa. De manera que la obra primeramente aborda una problemática político social en una época cambiante, donde las villas no podían ser enajenadas sin más por la Corona y en caso de ocurrir, el pueblo estaba jurídicamente facultado para armarse y defenderse.
Frondoso: ¿Qué es tu consejo?
Esteban: Morir diciendo Fuenteovejuna,
y a nadie saquen de aquí.
Frondoso: Es el camino derecho.
Fuenteovejuna lo ha hecho.
Esteban: ¿Queréis responder así?
Todos: Sí
Además tenemos la otra vertiente, que intensifica un poquito la trama, por la pasión que siente Frondoso, un labrador, por su igual, Laurencia. Quiere casarse con ella, pero el Comendador Fernán Gómez de Guzmán ya puso los ojos en ésta. Primero trata de obnubilarla con su poder adquisitivo. ¿Por qué se fijó en una simple labradora? Pues porque puede y cree que no se le puede negar nada dada su posición de autoridad. Este dilema me recordó mucho a la vibra de películas como Corazón Valiente con Mel Gibson, donde el Señor Feudal le arrebataba la virginidad a cada mujer recién casada por el derecho a la prima nocta o "derecho de pernada", una disposición aberrante que además de constituir flagrante violación contra la dignidad de la mujer y su integridad física, imagino también debió desmoralizar a sus esposos que no podían hacer ningún reclamo.
Laurencia: ¿No basta a vuestro señor
tanta carne presentada?
Ortuño: La vuestra es la que le agrada.
Aparentemente está basado en hechos de la vida real, como por ejemplo los registrados en La Gesta Hispaniensia y la Crónica de las tres Órdenes de Caballería de Santiago, Calatrava y Alcántara. Intervienen varios personajes de la historia como los reyes católicos y miembros del tribunal de la inquisición (si me equivoco me corrigen por favor).
Aunque es un libro cortito, requiere concentración para descifrar lo que con tanto adorno se cuenta. Habrá quién le sea más fácil que a otros, porque evidentemente habrá, como en todo, a quién le guste el estilo barroco. En lo que a mí respecta es un desafío que siempre estoy dispuesta a asumir para abarcar la mayor cantidad de clásicos posibles.
