Con Generación Idiota, se explica cómo está viéndose cool no madurar, ver al Estado ya no como un Padre, que cultiva al hijo para que crezca y se marche del hogar como ser independiente-productivo-sabio, sino como una niñera que consiente, que entretiene, que divierte al niño, y que como es lógico, necesita que el niño se mantenga infantil para seguir cuidando de él para siempre. De ahí la necesidad de subsidios, porque personas adultas no saben cómo conseguir un trabajo, y si lo consiguen no saben cómo mantenerlo, y si lo mantienen les causa un estrés, frustración y depresión. Ergo, quieren menos horas laborables, para pasar más tiempo consigo mismos porque ya no es tan cool tener familia, porque representan más gastos y más estrés. Ya saben ... una vida sin placer.
La mente que no madura es una mente idiota. Y sí, en los jóvenes como Greta Thumberg y otros no tan jóvenes como Miley Cyrus, Demi Lovato, Lady Gaga, Bad Bunny, Taylor Swift, se ve glamoroso militar por ciertas causas, pero lo cierto es que esta gente gana mucho dinero vendiendo ciertos discursos. Conmoverse con ellos, sin reflexionar ni investigar lo que hay detrás, es propio del adolescentrismo. Todo comentario u opinión que vaya en contra de las conductas e ideas que esta gente promueve - veganismo, aborto, transformismo, feminismo, ambientalismo - no sólo se ridiculiza por old fashion, además, se convierte en odio, en violación de sus derechos. Esta gente ni siquiera sabe lo que es un derecho, los confunden con sus deseos. Y van por la vida ofendiéndose por todo, acusando a todos de atentar contra su felicidad y su salud mental. Tienen talento, sí (excepto por el conejo malo) pero todas ellas admiten que no serían las personas exitosas que son si no fuera por ciertas ideas. Por ejemplo, la artista con una potencia de voz impresionante que afirma que un productor la violó y de ello resultó embarazada, obligándola a abortar para seguir sueños y llegar donde ahora está. Eso sí, no dijo el nombre del violador ni lo denunció, pero se sienta orgullosa de las decisiones supuestamente valientes que tomó ... el público revienta en aplausos.
En palabras de Agustín, la sociedad adolescente adora la farándula y sus influencers y los toma como una de sus principales referencias en cuanto a formación del gusto, opinión, creencias, valores e incluso, su identidad. Pero a esa farándula, quien la hace millonaria y visible es un sistema comercial inmenso que también está salpicado de política. En algún momento se decidió que los progresos de hace cien o doscientos años ya no son lo suficientemente buenos. Que los grandes pensadores sobre lo moral, lo correcto y hasta Dios, están equivocados. Que la responsabilidad es pesada y nos limita el placer, los deberes son una carga y coartan nuestros derechos. Nada es malo, todo da igual, eres libre de hacer cualquier cosa y nadie te puede juzgar. Se nos está olvidando que todas las comodidades que tenemos hoy las trajeron la inteligencia y de generaciones pasadas, a esas que hoy humillamos y desacreditamos por no ser cool. La vejez deja de significar experiencia y pasa a ser un estorbo, mentes retrógradas.
Mi capítulo favorito fue el último. A mi me deja claro que Laje se ha tenido que ensuciar leyendo las más repugnantes y absurdas ideas progres para recopilarlas y comprobarnos que el mundo está espantoso y peligroso para nuestros hijos. Los que somos padres haremos bien en demostrar nuestro amor instruyéndolos para saber diferenciar lo bueno de lo malo, lo santo de lo sucio, lo moral de lo inmoral. Y para ello no estamos solos, tenemos ayuda. Para algunos, tenemos a Dios y a la Biblia. Para otros, los nuevos rebeldes al estatus quo, una nueva derecha con el modelo del emboscado.
Este es tremendo librazo y lo recomiendo mucho sobre todo a los padres. Yo me pude identificar en muchas partes de la obra, como la estudiante de derecho que aprendió buenas costumbres en casa y pagó con mal a su padre, avergonzándolo por lo recién aprendido en una facultad izquierdisante hasta la médula.
Solo una cosa no me gustó, y son los pies de página extensos. En mi opinión únicamente deberían estar las fuentes por si se quieren consultar mas extensamente o para apoyar lo dicho. Pero si vas a desarrollar una opinión o a destacar casos , es mejor hacerlo en el texto principal porque es más cómodo y ameno para el lector. No me hubiese molestado nada que el libro fuera más gordito pero no quería que acabara.
